jueves, 26 de noviembre de 2020

Ancianos. Tratamiento. Artrosis

 ARTROSIS

TRATAMIENTO 

El principal objetivo del tratamiento de la artrosis es mejorar el dolor y la incapacidad funcional sin provocar efectos secundarios.  El primer paso es evitar todo lo que contribuye a lesionar las articulaciones como el sobrepeso, los movimientos repetitivos o el calzado. En segundo lugar es importante practicar algún ejercicio moderado para mejorar la funcionalidad de las articulaciones. Y por último, seguir el tratamiento farmacológico pautado para cada caso. Pese a que no existe ninguna terapia que impida la progresión de la artrosis, sí existen fármacos que alivian el dolor y la inflamación, y algunos que retrasan o enlentecen la degeneración de los cartílagos.

La medida más eficaz en la artrosis es la prevención, es decir, intentar corregir aquellos factores de riesgo modificables que pueden acelerar su proceso.

  • Evitar el sobrepeso: En el caso de padecer artrosis en articulaciones de carga (rodilla, cadera, región lumbar...). En ocasiones, la pérdida de peso, por poco que sea, es suficiente para mejorar de manera evidente el dolor asociado a la artrosis.
  • No realizar movimientos repetitivos ni usar de manera excesiva las 
    articulaciones comprometidas
  • Correcta higiene postural.
  • Ejercicio físico: Este debe individualizarse para cada paciente y se debe realizar de manera regular. Una buena terapia física puede reducir el dolor y mejorar la rigidez articular.

En el caso del tratamiento farmacológico, NO existen medicamentos que curen la artrosis, pero se dispone de diversos fármacos que son útiles para controlar el dolor y mejorar la funcionalidad de los pacientes con artrosis:

  • Analgésicos. Son los medicamentos más utilizados para reducir el dolor y mejorar la rigidez de la articulación. El analgésico más común es el paracetamol. 
  • Antiinflamatorios. Muchos de estos pacientes tienen dolor, a pesar del uso 

    de analgésicos, y pueden ser tratados con antinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno, especialmente cuando el dolor es más agudo. En los casos que no responden a analgésicos comunes o a antiinflamatorios no esteroideos, pueden utilizarse analgésicos más potentes como los opiáceos como el tramadol.
  • Condroprotectores: Son sustancias constituyentes del cartílago articular y que pueden disminuir el dolor de la artrosis. Sin embargo, su eficacia no está aún ampliamente aceptada. Dentro de este grupo estarían la glucosamina y el condroitin sulfato. 
  • Terapia interarticular o infiltraciones: En la mayoría de ocasiones se infiltran glucocorticoides, derivados de la cortisona, y más recientemente se está utilizando también el ácido hialurónico. Las infiltraciones se pueden realizar en el caso en el que el dolor no ceda con las medidas anteriores. Son especialmente útiles en aquellas articulaciones donde los signos inflamatorios, son más evidentes. Siempre se deben tener en cuenta como medida puntual, y no realizarlas de manera repetitiva, ya que en ocasiones el empleo de corticoides puede ser contraproducente en dosis excesivas. Su uso ideal es en articulaciones donde aún es posible revertir determinados procesos. En cambio, en artrosis muy avanzadas, donde la cirugía es ya la única opción, su eficacia disminuye de manera notable.

Cuando ninguna de las terapias anteriores funcionan, tenemos que recurrir a la cirugía, dependiendo de la etapa de la artrosis se puede:
  • Fases iniciales y casos seleccionados:  Se puede frenar el curso de la enfermedad con cirugías que corrigen la orientación de la articulación con osteotomías (cortes en el hueso), o bien mediante la remodelación articular.
  • Artrosis avanzada:  En los casos en los que la artrosis ha progresado durante mucho tiempo  y no mejora con otros tratamientos, la cirugía más efectiva consiste en implantar una prótesis en la articulación dañada.
  • Protesis: La mayoría de prótesis se colocan en la cadera o en la rodilla,

    aunque en estos últimos años la cirugía de prótesis en otras articulaciones como tobillo, hombro, muñeca.... ha avanzado notablemente. Existen distintos tipos de prótesis y técnicas quirúrgicas, cuya elección por parte del cirujano ortopédico dependerá en parte de su propia experiencia y de las características del propio paciente (edad, patología asociada, actividad profesional....).
En el siguiente vídeo se muestran distintos métodos fisioterapéuticos que ayudan a mejorar la artrosis:



 


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