- Analgésicos. Son los medicamentos más utilizados para reducir el dolor y mejorar la rigidez de la articulación. El analgésico más común es el paracetamol.
Antiinflamatorios. Muchos de estos pacientes tienen dolor, a pesar del uso
de analgésicos, y pueden ser tratados con antinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno, especialmente cuando el dolor es más agudo. En los casos que no responden a analgésicos comunes o a antiinflamatorios no esteroideos, pueden utilizarse analgésicos más potentes como los opiáceos como el tramadol.
- Condroprotectores: Son sustancias constituyentes del cartílago articular y que pueden disminuir el dolor de la artrosis. Sin embargo, su eficacia no está aún ampliamente aceptada. Dentro de este grupo estarían la glucosamina y el condroitin sulfato.
Terapia interarticular o infiltraciones: En la mayoría de ocasiones se infiltran glucocorticoides, derivados de la cortisona, y más recientemente se está utilizando también el ácido hialurónico. Las infiltraciones se pueden realizar en el caso en el que el dolor no ceda con las medidas anteriores. Son especialmente útiles en aquellas articulaciones donde los signos inflamatorios, son más evidentes. Siempre se deben tener en cuenta como medida puntual, y no realizarlas de manera repetitiva, ya que en ocasiones el empleo de corticoides puede ser contraproducente en dosis excesivas. Su uso ideal es en articulaciones donde aún es posible revertir determinados procesos. En cambio, en artrosis muy avanzadas, donde la cirugía es ya la única opción, su eficacia disminuye de manera notable.
Cuando ninguna de las terapias anteriores funcionan, tenemos que recurrir a la cirugía, dependiendo de la etapa de la artrosis se puede:
En el siguiente vídeo se muestran distintos métodos fisioterapéuticos que ayudan a mejorar la artrosis:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.